¿Puedo conseguir una incapacidad permanente por problemas en la espalda?

La respuesta es que sí, si existe alguna enfermedad o problema en la espalda invalidante para un puesto de trabajo, se puede conceder una incapacidad permanente, si se cumple el requisitos de cotización necesario para ello.

En este artículo nos centraremos en las hernias discales y patologías asociadas a esta enfermedad.

La hernia discal es una patología degenerativa (suele ir a peor con el transcurso del tiempo), de la columna vertebral que puede afectar a distintas zonas, como la lumbar o la cervical.

Lo fundamental al tratarse de una solicitud de incapacidad permanente es que la patología, por ejemplo unas hernias discales, sean crónica, degenerativas y que además no existan posibilidades terapéuticas que permitan la curación de la misma.

En este sentido, para que se tengan opciones de que se conceda una incapacidad permanente, es necesario haber estado sometido a un tratamiento médico y que éste ya no augure una posibilidad de mejora, sino un tratamiento actualmente paliativo en cuanto a reducir lo máximo posible el dolor o las limitaciones.

Normalmente, este tipo de trabajadores acaban acudiendo a la conocida como Unidad del dolor.

La Ley General de la Seguridad Social establece, en su artículo 193 de la Ley General de la Seguridad Social, que para tener derecho a la incapacidad permanente la persona trabajadora debe presentar reducciones anatómicas o funcionales graves susceptibles de determinación objetiva y previsiblemente definitivas, que disminuyan o anulen la capacidad laboral.

No obstante, debemos aclarar que la incapacidad permanente no se reconoce por la enfermedad en sí misma, sino por cómo esa patología limita a la persona trabajadora que la padece, por ello es siempre fundamental analizar el caso concreto y la profesión habitual de la persona trabajadora.

Así las cosas, una reiterada doctrina jurisprudencial, establece que la valoración del mencionado grado de incapacidad, ha de efectuarse atendiendo fundamentalmente, “… a las limitaciones funcionales derivadas de los padecimientos del trabajador….”.

Es muy frecuente que un trabajador con hernias discales sufra limitaciones en el trabajo cuando existe una radiculopatía, esto es, un «nervio pinzado».

De hecho, la causa más frecuente de una radiculopatía es la presencia de una hernia de disco, por lo que suelen ser enfermedades relacionadas. La radiculopatía también se conoce como «ciática», aunque la ciática es una “radiculopatía lumbar” que produce dolor en la zona baja de la espalda.

Si la radiculopatía es grave, o moderada grave es posible que concedan la incapacidad permanente, sobre todo en aquellos trabajados de una alta carga física.

Es un hecho notorio que existen ciertas profesiones en la que las tareas laborales implican mayores esfuerzos físicos y de manera continuada, por lo que es más frecuente padecer este tipo de patología (hernia discal, radiculopatía, lumbociatalgia, etc..), por lo que en las incapacidades concedidas judicialmente destacan las profesiones en el que el componente de esfuerzo físico es más elevado, como albañiles, peones, encofradores.

No obstante, esto no significa que estas patologías no se den en otro tipo de profesionales, puesto que llevar una vida sedentaria y pasar muchas horas sentado delante de un ordenador en la misma postura también resulta perjudicial para este tipo de dolencias.

Para saber el INSS que considera como trabajos de alto esfuerzo físico podemos revisar su guía de valoración profesional de diferentes profesiones.

Por ejemplo para un Albañil, este es el grado de requerimiento de esfuerzo físico según el INSS

Todas estas cuestiones deberán de acreditarse con informes médicos, ya sean públicos o privados.

Por último, cumple señalar que en función de las limitaciones para trabajar existen diferentes grados de incapacidad permanente que otorgan una pensión de incapacidad permanente mayor como aquí explicamos.

Las incapacidades que más se suelen conceder son la total y la absoluta en función del grado de limitación laboral.

Es muy infrecuente que el INSS conceda una incapacidad permanente parcial en vía administrativa, por esta patología, y también es ocasional que la estimen en vía judicial.

  • Grado de incapacidad permanente total para la profesión habitual por hernia discal se concederá cuando la persona trabajadora afectada esté incapacitada para el desarrollo de su actividad habitual.
  • Grado de incapacidad permanente absoluta por hernia discal debe darse la circunstancia que la persona trabajadora no esté en condiciones de realizar ninguna actividad laboral.

Jurisprudencia de interés

A continuación analizamos distintas sentencias que han concedido la incapacidad permanente.

La sentencia del TSJ de Cataluña de 13 de febrero de 2006 concede la incapacidad permanente total debido a una «hernia discal C6-C7 y hernia discal L4-L5, fibromialgia y cervicalgia crónica«, las cuales considera el TSJ que son incompatibles con la profesión habitual de empleada del hogar dada la exigencia de importante esfuerzo físico impedido por las patologías sufridas.

Por otro lado, la sentencia del TSJ de Andalucía en la sentencia de 22 de julio de 2010 aumenta el grado de incapacidad permanente de una total hasta una absoluta a un peón especialista debido a que «las hernias afectan a varios tramos de la columna (cervical, lumbar y sacra) y a varias vértebras (L3-L4, L4-L5 y L5-S1, C7-Dl), presenta radiculopatía y la osteoartritis generalizada implica afectación de todas las articulaciones. La situación del actor, por tanto, hace imposible la ejecución de un trabajo por liviano que sea, con unas mínimas exigencias de rendimiento y eficacia, lo que incluye al beneficiario en el tipo legal previsto para el grado de Incapacidad Permanente Absoluta».

La sentencia del TSJ de Cataluña de 2 de noviembre de 2012 reconoce la situación de Incapacidad permanente absoluta en el caso de un trabajador que ejerciendo como Jefe de cocina que padece “varias hernias discales con radiculopatía de todas las articulaciones”.

La sentencia del TSJ de Murcia de 18 de octubre de 2017 declara incapacidad permanente total por enfermedad profesional para su profesión habitual de esteticista a una trabajadora que padece una liberación de nervios medianos en carpos en 2008 derecho y 2009 izquierdo.

La electromiografía (EMG) de ambos miembros superiores determina una mononeuropatía de nervio mediano bilateral de grado leve en mano derecha y muy leve en la izquierda, además de lumbociática por hernia discal con compromiso radicular derecho y trastorno ansioso- depresivo.- En la sentencia se refiere que las limitaciones funcionales y la realización de movimientos de flexoextención repetida, así como su intensa actividad, son tales que impiden realizar las tareas propias de su profesión.

La sentencia del TSJ de Castilla-La Mancha de fecha 26 de enero de 2010 declara la Incapacidad permanente total derivada de accidente laboral, en el caso de un trabajador con profesión de albañil, que tras sufrir un accidente laboral justificada en la dorsalgia por hernia discal que se cataloga como definitiva con limitación de rotación.

Por último, analizamos la sentencia del Tribunal Supremo de 11 de mayo de 2015 en la cual un trabajador inició un proceso de IT por accidente de trabajo, siendo intervenido de hernia discal L5-S1 y recibiendo alta por curación, con distintas recaídas por lumbociatalgia derecha en relación con un sobreesfuerzo, diagnosticándosele hernia discal recidiva L5-S1 derecha, siendo intervenido quirúrgicamente de nuevo por un nuevo accidente de trabajo que agravó las lesiones anteriores y por el cual es declarada la incapacidad permanente total derivada de accidente de trabajo para su profesión de encofrador por una radiculopatía crónica y fibrosis peridural.

¿Qué opciones hay de que se considere enfermedad profesional o accidente laboral?

En el caso de que la baja sea considerada por contingencia común, es decir, enfermedad común se debe iniciar un procedimiento de determinación de contingencias.

En las sentencias anteriormente comentadas existen varios casos analizados cuya incapacidad permanente proviene de un accidente laboral o enfermedad profesional.

En la práctica es más sencillo de demostrar el nexo causal entre el trabajo y la lesión cuando la hernia discal no proviene de un proceso degenerativo, sino de un evento traumático como un golpe o caída.

Es cierto que la mayoría de los problemas de espalda provienen de un desgaste natural y prolongado en el tiempo asociado al propio envejecimiento de la persona y a la degeneración discal.

No obstante, será siempre necesario analizar el caso concreto y la profesión habitual de la persona trabajadora.

El hecho de que se considere una enfermedad o accidente laboral no determina de manera automática que se vaya a percibir una pensión más alta, sino que el porcentaje de base reguladora a percibir es el mismo.

Ahora bien, esa base se calcula de manera diferente siendo normalmente más beneficioso para la persona trabajadora.

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