Índice de la entrada
- ¿Qué es la siringomielia?
- ¿Qué limitaciones provoca?
- ¿Se concede la incapacidad permanente con esta enfermedad? Que es lo que dice la jurisprudencia
- ¿Qué grado de incapacidad puede reconocerse?
- ¿Qué debe tenerse en cuenta para solicitarla?
- Conclusión
¿Qué es la siringomielia?
La siringomielia es un trastorno neurológico poco frecuente en el que se forma un quiste o cavidad (siringe) lleno de líquido en el interior de la médula espinal, y por lo tanto puede tener una gran impacto funcional en quienes la padecen.
Esta cavidad puede ir aumentando de tamaño, comprimiendo el tejido medular y generando alteraciones neurológicas progresivas. El daño causado puede afectar tanto a las extremidades superiores como inferiores, y su manifestación clínica varía mucho entre personas.
Se trata de una patología que puede provocar dolor, debilidad y rigidez en la espalda, hombros, brazos o piernas, y en muchos casos cursa también con cefaleas, mareos, pérdida de sensibilidad a temperaturas extremas y alteraciones del equilibrio. Cuando afecta al raquis dorsal o cervical, puede tener un impacto relevante en la movilidad y en la capacidad funcional del trabajador.
En este sentido, hay que señalar que la siringomielia no es una dolencia que por sí sola y de manera automática permita reclamar una incapacidad permanente, sino que dependerá de las limitaciones que dicha enfermedad provoque.
Es por ello, que puede que se deniegue la incapacidad permanente o en algunos casos, conceder la incapacidad permanente o, incluso la gran invalidez.
¿Qué limitaciones provoca?
Los síntomas más comunes que pueden llegar a padecer las personas trabajadoras son:
- Dolor crónico (cervical o dorsal).
- Debilidad muscular, sobre todo en brazos y piernas.
- Alteración de la sensibilidad (térmica, táctil).
- Inestabilidad o pérdida de equilibrio.
- Dificultad para manipular objetos o mantener posturas.
- Espasticidad o clonus (reflejos neurológicos anómalos).
- En casos más avanzados, incontinencia urinaria, fatiga extrema o trastornos cognitivos asociados.
Aunque en algunos pacientes los síntomas se mantienen estables durante años, en otros evolucionan de forma progresiva, llegando a limitar gravemente la capacidad para trabajar, especialmente en empleos que implican carga física, movimientos repetitivos o mantenimiento de posturas forzadas.
¿Se concede la incapacidad permanente con esta enfermedad? Que es lo que dice la jurisprudencia
La jurisprudencia ha dejado claro que la siringomielia, por sí sola, no determina necesariamente una incapacidad permanente, salvo que se acompañe de un cuadro funcional severo y limitante.
En general, los tribunales valoran el conjunto del cuadro clínico y su repercusión real en la capacidad laboral del trabajador.
En este sentido, se han reconocido incapacidades permanentes cuando la siringomielia aparece junto con otras patologías asociadas, tales como:
- Hernias discales y compresión medular.
- Artritis reumatoide y fibromialgia.
- Escoliosis severa.
- Mareos, fatiga crónica y desequilibrio, como en el caso de una dependienta a la que se le concedió una incapacidad permanente absoluta.
Por el contrario, en los supuestos en los que se acreditó una siringomielia leve o sin afectación funcional relevante, los tribunales desestimaron la demanda, al no considerarse que las limitaciones fueran lo suficientemente intensas como para impedir el trabajo habitual.
En este cuadro resumen, te analizo un par de sentencias sobre esta enfermedad teniendo en cuenta la profesión habitual y el cuadro clínico principal.
Nº Sentencia | Profesión | Cuadro Clínico Principal | Incapacidad Permanente |
---|---|---|---|
STSJ_CAT 7439/2024 | Limpiadora | Siringomielia, escoliosis muy severa | Sí, total |
STSJ_CAT 8576/2024 | Aux. de enfermería | Artritis psoriásica, fibromialgia, migraña crónica, siringomielia | Sí, absoluta |
STSJ_CAT 8762/2024 | Aux. de enfermería | Siringomielia leve, hernia discal, incontinencia, ansiedad | No |
STSJ_CLM 26/2025 | Encargado de obra | Arnold-Chiari tipo 1.5, siringomielia, neuralgia, cefaleas, artrosis | Sí, absoluta (Gran invalidez por el JS) |
STSJ_ICAN 3788/2024 | Peluquera | Siringomielia dorsal, espina bífida, fibromialgia, artritis reumatoide | Sí, absoluta |
STSJ_CAT 1659/2025 | Recepcionista | Siringomielia, discopatía degenerativa, cervicobraquialgia, ansiedad leve | No |
STSJ_CANT 296/2025 | Mecánico | Siringomielia, espasticidad, artrosis lumbar | Sí, total |
STSJ_CANT 932/2024 | Auxiliar de clínica | Siringomielia con mínima afectación, ansiedad reactiva | No |
STSJ_AS 580/2025 | Inspector de ITV | Siringomielia, tendinosis del manguito rotador, alteración sensibilidad | No, lesiones permanentes no invalidantes. |
STSJ_AS 1423/2025 | Conductora de autobús urbano | Siringomielia, epicondilitis izquierda, mareos, dolor lumbar | No |
¿Qué grado de incapacidad puede reconocerse?
Según la evolución y la afectación concreta, y en relación con lo indicado anteriormente, los tribunales han reconocido todos los grados posibles:
- Incapacidad Permanente Total (IPT): cuando impide realizar la profesión habitual (por ejemplo, mecánicos, peluqueras o trabajadores del sector servicios con tareas físicas).
- Incapacidad Permanente Absoluta (IPA): cuando el cuadro es tan severo que impide todo trabajo, como en casos con afectación multisistémica, desequilibrio constante o patologías asociadas de tipo reumatológico o neurológico grave.
- Gran Invalidez (GI): en supuestos extremos con pérdida de autonomía funcional y necesidad de cuidados de otras personas.
¿Qué debe tenerse en cuenta para solicitarla?
Para que prospere una solicitud de incapacidad con siringomielia, es fundamental:
- Aportar informes médicos detallados, que acrediten limitaciones funcionales permanentes.
- Acreditar que esas limitaciones impiden realizar las tareas propias del trabajo habitual.
- Incluir informes de resonancia magnética (RM), neurología y valoración funcional.
- Describir con precisión las exigencias del puesto de trabajo.
- Acreditar, si existen, otras patologías asociadas que refuercen el cuadro.
Conclusión
La siringomielia puede dar lugar al reconocimiento de una incapacidad permanente, pero no basta con el diagnóstico: debe demostrarse que el trabajador sufre una afectación funcional persistente e incompatible con su trabajo habitual.
La jurisprudencia muestra que el éxito en la reclamación depende de la intensidad de los síntomas, la coexistencia con otras enfermedades y el impacto concreto sobre el desempeño laboral.