Sentencia analizada en la Newsletter Semanal de Cuestiones laborales
Introducción
La prescripción de acciones laborales es un límite temporal que puede hacer que un derecho quede sin efecto si no se reclama en plazo. Una duda que puede surgir es que pasa si una persona trabajadora presenta una demanda y luego desiste del procedimiento, ¿la prescripción queda paralizada? o si, por el contrario, se reanuda como si nunca se hubiera reclamado nada al existir un desistimiento.
La prescripción en las reclamaciones laborales
El artículo 59 del Estatuto de los Trabajadores fija un plazo de un año para reclamar cantidades. Este plazo puede interrumpirse en varios supuestos, como la presentación de una papeleta de conciliación, una reclamación extrajudicial o una demanda judicial. Cuando se interrumpe, el plazo vuelve a comenzar de cero, ofreciendo al trabajador más tiempo para reclamar.
¿Qué ocurre si desisto de la demanda?
El desistimiento significa que el trabajador decide no continuar con un procedimiento ya iniciado. A diferencia de la renuncia, que extingue definitivamente la acción, el desistimiento no elimina el derecho de volver a reclamar. La cuestión clave es si, al desistir, se mantiene el efecto de interrupción de la prescripción o si el plazo vuelve a correr como si no hubiera existido ese proceso.
El criterio del Tribunal Supremo
El Tribunal Supremo ha abordado esta cuestión en varias ocasiones, y en su sentencia de 15 de julio de 2025 (STS 3741/2025) ha vuelto a confirmar que la prescripción se interrumpe aunque la demanda termine en desistimiento.
Según la Sala de lo Social, mientras la acción esté “sub iudice” (pendiente de resolución judicial), los efectos interruptivos se mantienen, incluso si el procedimiento finaliza sin sentencia por decisión del trabajador. El desistimiento implica solo dejar de continuar en ese proceso, pero no supone renunciar al derecho de reclamar de nuevo.
Esta doctrina ya se había consolidado en decisiones anteriores (como la STS de 27 de diciembre de 2011 o la STS de 17 de febrero de 2014), donde se destacó que la prescripción extintiva debe interpretarse de forma estricta y que cualquier acto que demuestre la voluntad de conservar el derecho debe considerarse válido para interrumpirla.
Conclusiones prácticas para trabajadores
- La presentación de una demanda o una papeleta de conciliación interrumpe siempre la prescripción, aunque luego el procedimiento termine en desistimiento.
- El desistimiento no supone renunciar al derecho; solo significa no seguir con ese proceso concreto.
- El plazo de prescripción volverá a empezar a contar desde el momento en que se produzca el desistimiento.
- Es fundamental actuar con rapidez y asesorarse jurídicamente, porque aunque el derecho no se pierda, los plazos empiezan de nuevo y un retraso excesivo puede llevar a la prescripción definitiva.
